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CÓMO SE EMPIEZA A REDACTAR CON CLARIDAD

El texto no se empieza a redactar cuando escribimos o digitamos la primera palabra. El inicio está marcado por la intención y la planificación de todo el recorrido, que nos permitirá lograr un texto claro, riguroso, preciso y conciso.

Jesús Raymundo
@DoctorTilde

Para redactar no solo debes tener la necesidad de comunicar un mensaje, si no también sentirte motivado a realizarlo con corrección, orden y claridad. Además, debes ser capaz de elaborar y crear diversos tipos de textos. El gran reto es que la información que transmitas se entienda sin dificultad y que, a través de tu texto, logres empatía con tu lector.

El gran reto es que la información que transmitas se entienda sin dificultad y que a través de tu texto logres empatía.

  1. Elige un tema de interés para tus lectores. Nadie redacta sin definir previamente un tema. Para ello, puedes partir de una lista de ideas. Es necesario delimitar, porque así enfocarás mejor y evitarás trabajar en exceso. Evalúa también la extensión que podrías dedicar al tema, sin olvidar el perfil de tu lector.

  1. Busca información de calidad. A partir de un tema previamente delimitado puedes investigar con mayor seguridad y precisión. Si después de esta etapa aún no dominas la información, difícilmente tendrás claridad en el mensaje y tu texto no cumplirá con las exigencias.

  1. Elabora un esquema del texto que redactarás. Después de elegir el tema y sugerir un título preliminar, elabora un esquema que te servirá de guía para ordenar las ideas. ¿Cuántas palabras tendrá aproximadamente el texto? ¿Cuántos párrafos vamos a considerar? ¿Bajo qué intertítulos los agruparemos? ¿Cuál será la idea que introduzca al tema y cuál la que remate o culmine?

  1. Establece la personalidad del texto. Define el propósito de la información (didáctico, lúdico, de crítica, literario, etcétera), el enfoque (objetivo o subjetivo, primera persona, segunda persona o tercera persona), la modalidad (descripción, exposición, narración, diálogo o argumentación), el género (periodístico, científico, administrativo, comercial, publicitario, informativo, literario, etcétera), el tono (categórico, enérgico, objetivo, frío, lúdico, irónico, sarcástico, etcétera), el estilo (culto, formal, informal, coloquial, conciso, sencillo, natural, etcétera), la extensión y el destinatario.

  1. Conoce los plazos de todo el proceso. Es necesario que sepas cuáles son los plazos establecidos para cada etapa del trabajo, a fin de que puedas cumplirlos cabalmente. El momento inicial es la planificación, luego viene el tiempo que dedicamos a redactar y culminamos con la revisión de los textos.

Foto: Photoxpress
 

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